lunes, 17 de junio de 2013

Casas de Castigaleu (y II)


En esta segunda parte veremos los oratorios de Casa Subirana, Casa Sallán y el de las Casas de Marc Antoni. Los dos primeros están exentos mientras que el tercero se integra plenamente en el edificio.
Bajo estas líneas vemos Casa Sallán, el pajar a su izquierda y a la derecha emerge la espadaña del oratorio.

La casa está muy arruinada y las dóvelas de su portada expoliadas, en el dintel de la ventana que vemos en la imagen se indica la fecha de 1693.
Vista desde el pajar, que es junto al oratorio lo que más bien se conserva.
Interior arruinado y como en el resto de las casas visitadas sin excesivos lujos. 
Su oratorio de planta rectangular conserva la orientación hacia el este, la cubierta es de bóveda de cañón con tejado a dos aguas donde se alternan las antiguas losas con tejas modernas.

La clave presentaba cierto motivo grabado que ha sido picado.

Un ventanuco se abre en el muro sur, sobre el altar está pintada una estrella de siete puntas.

Vemos por donde ha caído el revoco la bóveda de piedra.
Siendo observadores veremos un afloramiento de ostréidos muy cerca del camino antes de llegar a la casa.

De Casa Subirana no pongo fotos porque está arrasada casi al completo, se salva el pozo y el oratorio engullido por la vegetación.
En este caso está orientado con la cabecera al norte y se cubría también con bóveda de cañón.

Me dirijo después a las Casas de Marc Antoni siguiendo la  cabañera de la sierra de Sis.
Las Casas están alineadas en dirección este-oeste, un aljibe de respetable tamaño se halla junto a éllas.
Aquí vemos la entrada principal.
La destrucción interna es palpable.
Como puede verse en la cocina no hay huella de grifo ni cañeria.
La torreta de transformación eléctrica la encontramos a unos metros ante de llegar a las Casas, en su fachada vemos el interruptor general.
En el extremo oeste una portada dovelada da acceso al oratorio.
El interior está lleno de trastos sin ventana alguna que aporte luz al espacio.
Su bóveda es de cañón.
Un grafiti antiguo en la pared nos indica la fecha de 1787. 
La lista de casas de la zona con sus correspondientes oratorios daría para un álbum entero, desde aquéllos que duermen destruídos bajo las ruínas, hasta algunos que se conservan impolutos gracias a que la casa sigue en uso.
Aquí tan sólo he querido destacar aquellos en los que de uno u otro modo han pervivido las formas románicas a traves de los siglos.

sábado, 15 de junio de 2013

Casas de Castigaleu (I)

La pervivencia de las formas románicas
Por el término de Castigaleu se reparten varias casas aisladas cuyo abandono nos señala que a veces la obra humana es tan vana como fugaz y escasa su gloria.
El apogeo de estas casas estuvo en torno a finales del siglo XVIII y  se prolongó hasta mediados del XX, pasando luego a ser simples rediles para el ganado lanar o arruinándose directamente.
No fue mediano el trabajo que supuso construirlas ya que contaban con todo lo necesario para una existencia autárquica, en los últimos tiempos incluso con energía eléctrica. Todo fue vano.
La mayoría de éllas disponían de un oratorio, bien integrado en la casa, bien exento y  más o menos cercano. Veremos cuatro en esta primera parte.
Casa Ramonico, que cuenta con no una sino con dos torretas de transformación eléctrica, reune vivienda, pajar, pozo y establos en torno a una pequeña placeta.
Uno de los lados lo ocupa esta edificación que data del siglo pasado, a día de hoy sus bajos son un redil y el resto está completamente vacío.
El edificio anterior oculta la antigua entrada de la casa a la que se superpone donde vemos la fecha de 1709.

El oratorio en este caso está a unos metros de la casa reducido a lo que ven. Se aprecia la pervivencia de las formas románicas en la curvatura absidal, una lástima...(Atentos al afloramiento eocénico de fósiles justo en el mismo camino).

Si seguimos la pista más adelante llegamos a Casa Llebó, cuyas dependencias se agrupaban en torno a un patio cerrado, estando tan sólo el pajar, la bodega y el oratorio fuera de aquel.

A pesar de la imponente solidez externa, su interior está muy derruído.
Vemos en la imagen los restos de su bodega a la izquierda, al fondo queda el pajar y a la derecha la entrada en el muro del patio. Frente a la misma se conserva el empedrado del suelo.

Su oratorio es una cucada se mire por donde se mire...

Una joyita.

A partir de aquí y yendo en dirección sur voy en busca de los restos de las casas de Roca Tupina.
Los mapas "oficiales" situan erroneamente u obvian directamente las dos edificaciones más patentes del conjunto. La primera está practicamente arrasada como puede verse.


Una segunda se conserva algo más allá en perfecto estado aunque en total y absoluto abandono.
Me dirijo desde aquí avanzando sobre la cresta en la que se situan en busca de un posible oratorio por un terreno desconocido para mi. Los resultados no se hacen esperar y lo hallo cerca del extremo aunque practicamente arrasado.
Es de planta rectangular y como los ya vistos está orientado con la cabecera hacia el este. El ábside es plano en este caso y se nota cierto estrechamiento en el espacio presbiterial.

Me dirijo desde aquí a Sarroca de Monesma en busca de la Casa del Farré, por el camino veo una de aquellas estampas que alegran la excursión.
La Casa del Farré es medianamente grande aunque su destrucción es patente entre una maraña de vegetación.
Entrar en la casa no es fácil ni demasiado aconsejable, se conservan diferentes objetos todavía dando testimonio de la vida pasada.
No hallo oratorio alguno pero me resisto a creer que no lo hubiese, así que doy vueltas por el monte sin rumbo fijo en una búsqueda a ciegas.
En la cima de un cerro cercano sin embargo se atisba una pequeña edificación en medio del bosque...

Es en este bucólico paraje donde encuentro con satisfaccción el oratorio, que conserva las formas románicas de orientación y ábside semicircular.

Tiene la entrada en el muro sur y la ventana que vemos centrando el ábside.
Y hasta aquí esta primera parte, en la segunda veremos otros que no siguieron las líneas estéticas de los anteriores y alguna curiosidad.

Desde este pequeño mirador las vistas son impresionantes, como suelen serlo en la Ribagorza y en todo el recorrido de esta excursión.