viernes, 30 de mayo de 2014

Santa María de la Maçana

El Románico en la última frontera.
El castillo e iglesia de la Maçana se ubican cercanos al despoblado del mismo nombre.
Un pequeño núcleo destruido en el término de Camarasa. Por su propia situación,  se hallan ambos en absoluto abandono y durarán lo que durarán.
Existe cierta senda que sale del despoblado y dando un rodeo de cuatro kilómetros nos acerca a la cresta por su lado este, que es el más suave.



La iglesia es una sencilla construcción románica con abundante huella de expolio, luce como otras de la zona  una ventana cruciforme en el lado de poniente.




Frente a la iglesia vemos la torre que mejor se conserva, existen vestigios de otras dos muy cubiertos por la maleza en la cara norte.
Para acceder la recinto fortificado se entra por un estrecho pasillo entre grandes bloques desembocando en un foso.
Se halla lo que parece ser una cisterna.
De lo alto de la torre las vistas son muy amplias.
Veo mi vehículo junto al pueblo de la Maçana, totalmente arruinado.
El triste abandono de los grandes massos que rodean al castillo.

Y el templo desde otro ángulo.
El camino de vuelta lo hice bordeando la cresta hacia el este.
El descenso es bastante o muy pronunciado.
Existen ciertas balmas muradas bajo la iglesia y castillo donde se encerraba el ganado.
Llegados a la pista, nos quedan dos kilómetros de subida hasta la Maçana.
Para esta excursión me he servido de un gps, a pesar que hay fitas de piedra que pueden guiarnos, algunas cuestan de ver y hay algún tramo complicado. La senda, por su escaso tránsito, deberemos intuirla algunas veces, por lo que no estará de más una ayuda técnica.