miércoles, 28 de octubre de 2009

Sant Llorenç de la Roca d'Ares

En esta entrada daremos un vistazo al castillo e iglesia de Sant Llorenç de la Roca d'Ares, situado al borde de un gran cortado en una estribación del Montsec.
Poco frecuentado a pesar de ser bastante popular, su situación nos coloca a las puertas del estrecho de Monrebei.
Una gran plataforma rocosa sustenta el conjunto. En linea con otros castillos cercanos, el control del estrecho fue su función principal.
De hecho puede afirmarse que en la cuenca del rio Noguera Ribagorzana, todos los lugares elevados pegados al cauce cuando éste circula por un cañón, fueron fortificados en uno u otro tiempo.
La ocupación prehistórica ya revela la importancia de los pasos naturales.
Fueron en estos estrechos cañones donde se ubicaron las presas de nefastas consecuencias en diferentes aspectos.

Construido por el conde de Pallars, fue vendido a Arnau Mir de Tost, desde donde parece que inició la conquista del Valle de Ager.
En el siglo XIV fue usado como monasterio, y en el XVII lo fue femenino del Cister, vinculado al de Vallverd en Tragó. En el año 1831 vivían todavía cuatro familias, luego se despobló.


Vista desde donde dejamos el vehículo:

Gran parte de la piedra del castillo se empleó aquí:

También en la gran casa y corral que se ve al fondo:

Planos del castillo e iglesia.



La iglesia está documentada desde el 1043, de nave única y estilo lombardo.

Su lado este pende en el vacío, por lo que no es posible rodearla como puede verse aquí:

Está bastante o muy alto...

En el muro septentrional se conservan un par de arquillos de su antigua decoración:

La nave se reforzaba mediante dos arcos fajones hoy desaparecidos:

En el muro de poniente disponia de un vano en forma de cruz, y en su interior se aprecian abundantes nichos cuadrados en el muro:

Del castillo queda parte de su torre semicircular y dos pedazos de su muro perimetral:

Piedra sobre piedra.

He llegado hasta el desvío hacia aquí por una pista asfaltada que usan asiduamente los parapentistas para alcanzar el punto de despegue.
La pista se toma en Ager y atraviesa el Montsec practicamente, puede seguirse con coche aunque afronta un desnivel considerable.
Es este un lugar muy tranquilo, quizá porque su camino no tiene salida. Su situación de hecho es relativamente remota. Se ve en general muy poco hollado.(Vaya...que no hay basura o rastro de gentes).

Las vistas desde la torre son espectaculares:

La roca que sustenta el castillo acaba en ésta plataforma, desde aquí vemos la entrada de Montrebei y al fondo el Turbón.

Y aquí mirando hacia la Ribagorza:

Desde aquí podemos ver la ermita de Santa Quiteria y San Bonifacio en Montfalcó, cuya situación ya pone en antecedentes al que desée ir...Excursión muy recomendable por otro lado, (impresionante cresta rocosa y templo literalmente colgado).

El entorno natural del castillo nos da ocasión para observar diversa fauna y flora y una sensación de paz absoluta. Por lo que recomiendo la visita respetando el entorno claro está.

El plano del conjunto, lo he sacado de una magnífica página que no puedo dejar de reseñar. Para quien le guste meterse en "berenjenales" de castillos y lugares "Non plus ultra" o el senderismo a secas, encontrará en élla abundante información.
Se trata de www.caminsdemuntanya.com, y sus autores nos muestran gran cantidad de excursiones por Cataluña en una página muy completa.

domingo, 18 de octubre de 2009

El "Castellot" de Baells

El "Castellot", es una afloración rocosa de unos 50 metros de altura, a la que el viento y el agua le han dado unas caprichosas formas. Depende del lado que se mira, pueden verse perfiles, caras, animales y todo lo que se le antoje a nuestra imaginación.

Existe una vía ferrata en su lado norte, que permite acceder a la cima, para lo cual deberíamos llevar un mínimo equipo de escalada; he tomado unas fotos de la ascensión, que es una delicia visual.

Iniciamos el ascenso aquí:

Hacia arriba vemos esto:

Llegamos al agujero en la roca:

Desde el que tenemos éstas vistas:

Salimos por aquí:

Para entrar en éste paso casi vertical:

Llegamos a la primera punta de la roca:

Bajamos por aquí:

En la sombra se ve el punto donde estamos:

Bordeamos la pared:

Hasta que vemos ésa punta de roca, donde voy a sentarme a caballo para hacer las siguientes dos fotos:

Ésta es de por donde hemos venido:

Y ésta es de por donde hay que continuar:

Hemos subido por aquí, apoyándonos en sus "gargolas naturales":

Y ya el último paso visto desde la cima:

Ya en la cima, puede verse en la sombra la silueta del que suscribe:

La cima enlaza visualmente con el Castillo de la Mora, la ermita de los Santos Martires y varios puntos más. La vista es amplia:

El ascenso, salvo en tres pasos, en los que tenemos el vacío debajo, es bastante sencillo y seguro.
Durante todo el recorrido, tenemos opción a ir mirando las múltiples formas y perfiles que se nos presentan. Son tantos, que desbordarán nuestra imaginación con sus múltiples facetas.

Sobra decir, que es éste uno de mis lugares predilectos, que obliga a peregrinación a los que no disponemos de todoterreno, pero vale la pena. Lugar de paz absoluta que se halla impoluto, espero que por mucho tiempo.
Dispone de un antiguo cartel informativo al pie, donde se nos dan nociones de seguridad para el ascenso. No tiene, por otro lado indicación alguna desde el pueblo, cosa que visto lo visto, es de agradecer.

Y digo que es de agradecer, porque el acceso público trae muchas veces al peor de los públicos, que dejan sus nefastas huellas para general desgracia...
Aquí el entorno se encuentra muy limpio y practicamente salvaje.

Esculpido por vientos milenarios, el "Castellot" nos invita a soñar.