
El funesto motivo de esta entrada, no es otro que el reseñar el incalificable acto vandálico que ha producido en su portada daños irreparables.
La fascinante portada de la iglesia de Covet, cuyo grupo escultórico es de una ejecución magistral, presenta varias caras en sus esquinas achaflanadas, caras de las que me he preguntado muchas veces cúales fueron los modelos.
Muestran una expresión seria y adusta, nos miran desde una perspectiva que roza el milenio.





En la siguientes imágenes pueden cotejar el daño inflingido, dos años escasos las separan:







Y a los que "gestionan" nuestro patrimonio, como presuntos garantes del mismo, mi enhoramala también, palmadita en la espalda y a otra cosa, mariposa.

4 comentarios:
jo... esto ya es lo último
Me sumo a la denuncia.
Ahora no sólo la piedra se "descascarilla" por la acción meteorizante del tiempo, sinó que las partes labradas de su portalada van sufriendo también golpes de caprichosos gamberros...
!Indignante!
Por eso es tan importante poder sacar fotos detalladas de los monumentos, porque no son eternos...
Nos pensamos que van a estar ahí, para siempre, "porque son monumentos". Pero se nos olvida, que lo que llamamos "civilización" no es más que un barniz, y a poco que nos llueva encima, ese barniz desaparece, y queda la cruda realidad: bajo esa capa de "civilización" lo que existe es la barbarie más absoluta.
Para muchos indivíduos, no es suficiente con la picota y el cepo, hacen falta horca y guillotina.
Salud y fraternidad.
Una pena ...lástima de caritas.
Un abarzo
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