viernes, 14 de mayo de 2010

Cuevas del Salgar

Hoy proponemos otro paseo dentro del término municipal de Baldellou, de donde partimos siguiendo los indicadores hasta las Cuevas del Salgar.
Situadas a dos kilómetros del pueblo, las componen una serie de cavidades junto a un estrecho y frondoso barranco.

En 1988 el señor Joan Rovira descubrió las pinturas rupestres que fueron estudiadas en 1993 por Maria José Calvo en su tésis doctoral. No es posible el acceso a las mismas sin material de escalada, aunque ya se nos advirtió en aquel entonces de su mal estado, siendo sus trazos muy ténues.

Existe una vía ferrata para acceder a la cavidad central, la más amplia. Siendo precavidos y sin hacer el tonto el acceso no presenta demasiado problema.

Asidos a la sirga, iniciamos el ascenso por una grieta con resalte que presenta la pared.

Ya casi llegando el suelo se hace muy liso y pulido, por lo que en tiempo húmedo mejor ni acercarse.

Este es el último paso para acceder a la cueva, una cadena paralela a la escala nos dará seguridad.

En el lado derecho existe un pequeño cubículo a modo de puesto de vigilancia, desde dicho lugar vemos por donde hemos subido.

Y si miramos hacia adentro vemos el fondo de la cueva hacia adonde voy a desplazarme.

Dejo atrás la cadena que me ayudó a subir y me interno.

La vista sobre el bosque es muy amplia, ni que decir tengo que aquí no se oye otra cosa que el canto de los pájaros y de lejos. Este es un lugar muy recogido.

La cueva no es profunda y tras unos metros llegamos a su fondo desde donde se tomó esta imagen.

Y echamos otra vez mano de la cadena para descender.

De la antigüedad de la ocupación humana de estas tierras dan testimonio estos útiles que veremos de dos periodos distinos. Aparte del particular, al que agradecemos la deferencia de enseñarnos su colección, nadie antes había visto estas piezas.
Las que se ven en las cuatro primeras imágenes pertenecen, creémos, al periodo Paleolítico Superior(30.000-9.000 a.d.C):
Aquí vemos una punta de flecha con escotadura y otra en hoja de laurel  que creémos pudieran ser del periodo Solutrense(22.000-16.000 a.d.C.), ambas piezas han sido retocadas por presión.

Y ésta es sin duda otra magnífica pieza, un cuchillo de cuidadoso tallado del mismo periodo:

Nótese en ésta macro el retoque por presión del filo.

Lo frondoso y tranquilo del paraje hacen de esta excursión una delicia, lejos del mundanal ruido podremos disfrutar de la fauna y abundante flora de la zona que además está impoluta.(hasta ahora).
Cerca de la Torre del Salgar, a corta distancia, se hallan dos notables ejemplares de cornicabra (Pistacia terebinthus), a pesar de estar entre los mayores de España, en la página del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón (Árboles Singulares de Aragón),todavía no se han enterado.
Puede accederse con turismo,(con tiempo seco y precaución), hasta muy cerca de las cuevas, pero lo ideal es un todoterreno pues el camino es durillo. También podemos hacer un acercamiento y terminar el recorrido a pie, el paseo vale la pena.

jueves, 13 de mayo de 2010

Baldellou - Torreón de Pubill


Baldellou es uno de los pueblos con más encanto de la comarca de La Litera, aparte de su torreón, que vemos destacar en la imagen de cabecera, posée un notable conjunto urbano.
Las portadas de sus casas muestran fechas desde el 1567,(la más antigua) hasta llegar al siglo XX.
Desde una de sus plazas tenemos esta visión, donde sobresale la linterna de la casa que aloja el albergue:

Placeta que se convierte en un mirador hacia la sierra, junto a un cartel con abundante información de la zona.


A partir del siglo XVI, se cerraba el núcleo con puertas defensivas.


Las tres calles principales son Arriba, Medio y Abajo, y tal como se nos hace notar en los carteles, las claves de sus arcos presentan numerosas rosetas o símbolos solares de ascendencia celta.


En ésta trabajada portada se han grabado sendas pilastras en las jambas.


Y se han aprovechado sendos rodillos agrícolas en la fachada.


Picaportes los hay de tres tipos: de argolla, de mano y faliformes, caso del de la imagen, que reproduce la cabeza de un equino.

Ésta es de las portadas más curiosas:


En ésta otra como en muchas de la población, se han integrado en la fachada diferentes restos de distintas épocas:


Una curiosa gárgola:

Y un sinfin de detalles que merecen un paseo por las calles.



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El Torreón de Pubill data del siglo XV, cuando los Condes de Robres, señores del lugar, construyeron un castillo-palacio reformando la anterior fortaleza medieval.
Adosada a la torre existía una casa,(el palacio) desde la que se accedía a la misma por una pequeña puerta. Esto que veis es lo único que queda, pues tras la portada ya sólo hay un patio.

Desde la puerta vemos la cara norte del torreón, su cara este se comunica con la casa cercana a cuyos bajos está la cárcel por medio de un pasadizo.

El torreón era más alto, ya que su cubierta a cuatro aguas es muy posterior, las ménsulas que vemos, debían pertenecer al matacán de una letrina. Hay otras informaciones que nos situan la letrina en el lado oeste, justo donde había otro matacán. Las diferencias en la medida de ambos y las ménsulas, así como la orientación, nos lleva a descartar esa hipótesis.

Por aquí accederemos a la base de la torre:

A nuestra izquierda encontramos la cárcel con su cartel informativo.

Y a la derecha, la puerta de servicio del torreón.

De planta rectangular(14 x 9 metros)y casi 30 de altura actuales, se divide internamente en cuatro plantas comunicadas por una escalera adosada al muro. Sus sillares cubren gran parte de la base rocosa que lo sustenta.

Sus plantas superiores poséen ventanales góticos con arcos trilobulados de influencia catalana, en la tercera planta son geminados con parteluz(2)y trigeminados en la cuarta(1).
Vemos asímismo los restos de las ménsulas(4) que soportaban el matacán(3), que fue reaprovechado para instalar un hogar.
La línea negra ayuda a distinguir una de las reformas(se reforzó en el XVII), señalando el paso de sillar a sillarejo. Estuvo habitado hasta la década de los 60 del siglo XX.

Vemos en su cara sur el desafortunado tapiado de sus ventanales.

Por desgracia no es visitable su interior, cuyos techos abovedados estaban decorados, pero según nos cuenta la propia web del ayuntamiento, se encuentran medio caídos.
Por todo lo visto, es muy recomendable la visita a este tranquilo pueblo de sobrados atractivos.
A la luz del atardecer, el torreón muestra un reflejo dorado y una estampa imponente.