jueves, 25 de febrero de 2010

11:45 en Santa María la Mayor

La iglesia de Santa María la Mayor, es un magnífico templo de estilo gótico que preside la ciudad de Balaguer. Fue construido sobre la antigua iglesia románica de San Miguel, que a su vez fue construida sobre una anterior mezquita.
Iniciado en el año 1353 e impulsado por la condesa Cecilia de Comenges, su construcción se dilató nada menos que 205 años, pues no fue hasta el 1558 que se consagró el templo.
Los clérigos de la comunidad se trasladaron aquí en 1575. Residieron hasta entonces junto a la iglesia, parroquial interina, de San Salvador.
De dicho templo queda tímido vestigio en la parte antigua de la ciudad.
En 1710 sufrió reformas debido al movimiento de uno de los contrafuertes.
Durante la Guerra del Francés, fueron tales los daños que se pensó en levantarla de nuevo.
Fue utilizada posteriormente como cuartel y como prisión, en la Primera Guerra Carlista, y en 1881 se efectuaron trabajos de limpieza. 
Aquí la vemos desde el río.

Vista desde el Castell Formós, desde donde se aprecia su sacristía de estilo mudéjar.

Aquí podemos apreciar su campanario octogonal,y su hermano menor, llamado "del moro", que propiamente hablando es un comunidor o esconjuradero.
La sacristía está en pleno proceso de restauración. Cuenta con una capilla interna, no abierta al público, que fue utilizada como calabozo.
Su decoración se concentra en la parte alta del edificio, sobre una banda de ladrillo en esquinilla, se levanta un mirador de arquillos diáfanos de doble rosca, unidos por imposta corrida a nivel del arranque de los mismos.
Sobre ellos, un trabajado alero.

Las antiguas gárgolas están muy erosionadas, representan dragones. La mayoría son de factura reciente excepto alguna del lado Norte.

El campanario alberga más de seis mil kilos de metal,que dan cuerpo a siete potentes campanas, de las cuales sólo suenan cinco. Están totalmente mecanizadas, y su sistema permite crear distintas melodías.
Segun me cuenta mi amable guía, el reloj recibe la señal DCF77 del reloj atómico de Frankfurt, por lo que teoricamente su precisión es absoluta.


En la base del campanario vemos el ventanal que formó parte del ábside original románico.


Ésta es la portada más antigua de las tres que tiene el templo, comunica éste con el cementerio, totalmente adosado al muro Norte.
Ésta es la portada de poniente, bastante más moderna, cuyo intradós está decorado con trabajados motivos vegetales.

Y ésta es la entrada principal en el lado Sur. Podeis ver la planta del templo con sus abundantes capillas construídas entre los contrafuertes.

La entrada al templo es totalmente gratuita, estando permitido hacer fotografías,(a pesar del cartel de prohibición en la puerta). Tan sólo nos advierte nuestro guía que no usemos el flash con la imagen de la Virgen, norma que acatamos por respeto; a pesar de ser absurda en un templo con abundante luz artificial.
Quiero destacar que nuestro amable guía se reveló como verdadero conocedor del tema, y no fue un mero "lorito repetidor".
No nos cobró nada por su inestimable compañía y nos dió abundante información de la historia de ésta iglesia y de la ciudad.

Impresiona el templo al entrar por su grandeza. Su nave única se divide en tres tramos y su ábside en siete. Sus medidas, con 66 metros de largo, 25 de ancho y otros tantos de alto, lo convierten en uno de las mayores de Cataluña en su género.
Note el avispado observador la curvatura de la columna izquierda, donde apea el arco triunfal. Así como la asimetría de dicho lado del arco con respecto a la bóveda. Todo ello fruto del movimiento del contrafuerte, los problemas estructurales la acompañan desde antiguo.

Aparte de los cinco ventanales del ábside, dispone el templo de cinco óculos, cuatro en los laterales y uno en el hastial. En los días soleados vale la pena ver sus coloridos vitrales proyectando en la nave su luz.

Un señor de ascendencia gala que me acompaña en mi visita, me hace notar que el gótico de éste templo tiene un marcado cariz tulusino.
Se atreve incluso a afirmar que es muy probable que los que iniciaron el templo perteneciesen a ésa zona de Francia.

Vemos aquí sus altísimas bóvedas de crucería, como lo son todas las que cubren las capillas.


En las capillas del templo podemos ver una exposición permanente de reproducciones de obras de arte en torno a la figura de la Virgen María, de diferentes estilos y autorías.

El primer cuerpo del campanarío forma una capilla llamada "de la Mare de Deu", que alberga la pila bautismal.

Vemos aquí la bóveda que la cubre.

Los electricistas son una lacra para los templos que nunca nos cansaremos de denunciar.


Como puede comprobarse, el interior del templo está muy iluminado, principalmente debido a la exposición. Las capillas cuentan con varios focos alumbrando claves y capiteles.

Detalle de una capilla.

Y el confesionario.

Y llegamos hasta la virgen, situada sobre una peana tras el altar; mi guía me asegura que es original gótica, no tengo noticias de lo contrario, y como no soy especialista en el tema me guardo mis dudas.


Nuestro amable cicerone, y aprovechando que estamos solos, ha tenido la deferencia de mostrarnos la capilla interna de la sacristía; donde se celebran según nos cuenta, ceremonias de caracter íntimo y familiar.
A finales del siglo XVII, se decidió trasladar aquí, (con fines bastante oscuros), todas y cada una de las sepulturas que albergaba el templo con sus respectivas lápidas que cubren hoy día el piso.
La de la la imagen reza: Sepultura de Miguel Bonet y dels seus(y de los suyos) 1616.

 


Acabada nuestra visita y ya que estamos aquí, podemos dar un paseo por la muralla medieval, a pesar de haberse inagurado su restauración en el 2008, todavía continúan las obras.


Nótese la pronunciada inclinación.

Todos los domingos a las 11:45 las campanas de Santa María doblan durante quince minutos.
La cubierta del campanario se bovedó a fin de aumentar la resonancia.
El sonido bajo el campanario es atronador, impidendo toda conversación si no es a gritos.
Vengo muchos domingos aquí a escucharlo, por acallar un rato la mente y dejar que la invada y conmueva la vibrante y sonora melodía. Es un cuarto de hora de total abandono, que termina con las últimas notas desvaneciéndose en un eco prolongado, que se va haciendo lejano...Y después, el silencio...

lunes, 22 de febrero de 2010

Nadie en Peralba

La visita a Peralba ha sido más circunstancial que buscada. Me vino de camino cuando iba a ver otros lugares.
En todo caso veremos lo poco que queda del pueblo.
Como está literalmente tomado por la vegetación, las imágenes no darán demasiada idea de él pero bueno...

Las fotografías antiguas del pueblo se reproducen con autorización expresa de los señores Baulies, titulares de un cuidado blog de eminente caracter humano y genealógico, donde se enlazan los que ostentan el apellido Baulies desde distintas partes del globo.
El camino hacia el origen de dicho apellido pasa por éste pequeño pueblo leridano, cuyo paisaje no es otro que las faldas imponentes del Montsec.

Esto era Peralba en la década de los 60.

Hoy en día se ve así la entrada del pueblo.


Desde la placeta de la iglesia, vemos el pueblo. Aunque se divide en cuatro grupos de casas, la estructura de la parte más antigua es tipicamente medieval.
Con las casas bajo la protección de una pequeña cresta rocosa, donde posiblemente se situó su castillo.La iglesia, cuya advocación era la de Santa María Magdalena, es el edificio que mejor se mantiene. Muestra varias reformas de diferentes épocas.
De nave única y ábside plano, posée sendas capillas cercanas al altar que le dan forma de cruz.
Aún así, yo creo que fue originalmente románico-tardía, más pequeña que en la actualidad. Sus "capillas" no son más que el vestigio del templo original.
Es curioso comprobar cómo en su suelo se revelan al menos, cuatro pavimentados superpuestos.
Los grafiteros en su onda incívica habitual...


La iglesia tenía tras de sí una casa muy notable, a la que se podía acceder desde una de las capillas.
Éste es un pedazo de otra gran casa que conserva todavía dos balcones.

En el interior de algunas viviendas se ven arcadas como estas.
Las casas disponían de dos plantas, animales abajo y personas arriba, como era costumbre en los pueblos agrícolas y ganaderos como es el caso.

Nótense aquí los potentes soportes en el muro y el "desagüe de tejas" al lado.

En la parte baja un grupo de casas se articulan en torno a una pequeña plaza interior que en su día pudo quizás cerrarse.

En la parte alta del pueblo se ve parte de la fortificación de la cresta.

Metido en una cueva, con la entrada reforzada por un arco, vemos la prensa del molino.

Por su situación en lo más alto del poblado, no podía moverse más que por tracción animal.

Junto al molino, vemos los restos de un antiguo "trull", depósito cuyo interior de argamasa, podía albergar aceite o vino indistintamente.

Andar por el interior del pueblo es muy complicado a día de hoy pues es una jungla; pero con un poco de paciencia se puede llegar a la cresta, donde hay unas impresionantes vistas.
Vemos aquí mejor la casa adosada a la iglesia.

Y aquí vemos unos vecinos celebrando una comunión.

Una de las casas de Peralba.



El pueblo está situado en un bello paraje de agreste naturaleza.
Su camino nos lleva hasta Santa María de Meiá, punto desde el que podemos empezar a seguir la historia de torre a torre, de castillo a castillo.

viernes, 12 de febrero de 2010

Zurita.Barranco de Getsemaní

En ésta excursión hasta el barranco de Getsemaní y sus pozos de hielo, partiendo de Zurita, no podemos pasar por alto la encina que precede éstas líneas.
Registrada como uno de los árboles singulares de Aragón , la "encina de Chorchi", la hallaremos imponente junto a nuestro camino. Su copa cubre 452 metros cuadrados.
Cerca de Zurita donde empezamos nuestro recorrido, podemos ver también varios olivos centenarios.

La "pequeña edad glacial" que se dió en Europa entre los siglos XVII y XVIII,(el Ebro se heló siete veces entre 1505 y 1789), impulsó el comercio de nieve y hielo en la península. Usado en medicina y como refresco en verano, llegó dicha actividad a estar regulada oficialmente.
Se hacían contratos de suministro que el proveedor se obligaba a cumplir; el transporte del hielo se hacía por la noche, pues éste se pesaba y pagaba "in situ".
Los bloques de hielo procedentes de una balsa se almacenaban en capas en los pozos, y éstas se separaban por otras de paja para evitar que se apelmazase.
Los pozos tenían entre 5 y 6 metros de diámetro, con una altura oscilante entre los 8 y los 12 metros.
Disponían de un acceso principal en ángulo, para evitar la entrada de calor, por donde se llenaba el pozo. Un orificio inferior para drenaje del agua resultante del deshielo, y otro en la parte superior cuyo objeto era rellenar el pozo hasta la cúpula que los corona.
Los del barranco de Getsemaní revelan en su ubicación un conocimiento geofísico más que mediano. El Madoz ya cita la quinta como propiedad de los Padres Escolapios de Peralta:
"Separada como unos 500 o 600 pasos del pueblo (Zurita) a la parte Sur, goza de un clima sumamente sano y de una atmósfera despejada donde se respira animación y vida; tiene una sola casa de buena construcción, distribuida en cómodas habitaciones. Algunas de ellas reservadas para el prelado del colegio, y una hermosa capilla con penitenciaria a donde viene todos los días festivos un presbítero del mismo a celebrar misa y confesar a los fieles que quieren concurrir a élla."
"Por la parte que mira al pueblo. N. y E. tiene por radio una sierra escarpada, con suelo de peña granillosa y caliza, bajando por esta parte un arroyo, que surcando por la peña viva, forma a la entrada de la quinta vistosos nichos y pilas tan bien labradas e imitadas a mármol, que parece que la naturaleza ha empleado alli todo el esmero del arte y del gusto mas delicado. Estas aguas cristalinas y puras se desprenden por una cascada de peñas calizas de una elevación de mas de 60 varas, haciendo un contraste agradable con el nivel de la huerta que viene a mitad de dicha cascada, a cuya proximidad se encuentra la casa que hemos descrito; entre ella y la cascada hay un pequeño prado, cubierto de nogales, cerezos, melocotoneros y álamos, que forman un frondoso recinto, amenizado por una fuente que se desprende de la peña que circumvala el prado y la casa, cuyas aguas de las mas exquisitas, están a la temperatura de medio hielo en la estación de verano. Esta amena y gratísima estancia sirve de comedor a las distintas personas que concurren de los pueblos comarcanos a disfrutar un dia de delicias en el campo, donde les sirve de jarra la misma fuente que hemos mencionado".

En la siguiente ortofoto del sigpac he destacado los más de 7.000 metros cuadrados de vertientes rocosas del barranco, rocas impermeables que provocan que las avenidas sean torrenciales.
El tortuoso e incisivo recorrido está jalonado de pequeñas lagunas que el agua ha excavado en la roca viva.

Aquí entramos en la parte rocosa del barranco, vemos al fondo el pueblo semi-abandonado de Zurita.


Vemos una de las pequeñas balsas en la roca, la apariencia marmórea de la que habla Pascual Madoz no puede apreciarse por estar llenas de vegetación.

Vista general del barranco, llegando a la cascada.


Llegamos al extremo del barranco, cruzamos éste paso en la roca agarrándonos a la sirga...

...ya que el arroyo se despeña a nuestros pies.

Gran parte del camino actual no es otra cosa que una pequeña acequia hoy día colmada que se dirigía hacia la balsa de la casa.
Recogía el agua de parte de la ladera sur del barranco y muestra un tramo excavado en la roca en el paso de la sirga.

Desde aquí vemos entre la vegetación de la ladera los escasos restos de la casa.
Junto a élla aflora un pequeño manantial.

De la casa dice Madoz: "En la casa se crian ademas toda clase de aves domésticas, conejos y otros animales que cuida un lego para recreo de los hijos de San José, que con frecuencia asisten a pasar algunos dias de vacaciones.
En fin, puede decirse sin temor de equivocarnos, que su posición amenísima, con particularidad en los meses de julio y agosto, la hace preferible por algunos naturales que han disfrutado en esa estación de las delicias del real sitio de Aranjuez, a esta ponderada posesión."

A pesar de estar practicamente arrasada y tomada por la vegetación, muestra signos de haber sido una gran casa con varias plantas.


"La extensa huerta situada entre el arroyo que baja por la parte Norte, y otro por el Sur bastante profundo de la superficie de ella, produce hortalizas exquisitas, legumbres de todas clases y frutas delicadísimas. En ella existen 3 pozos de hielo con sus correspondientes balsas, acaso las mejores de España, en que,según se asegura, está aun el primer hielo empozado después de la construcción de ellas.
De este artículo surten a las ciudades de Lérida, Fraga, Barbastro, Monzón y otros muchos pueblos de sus demarcaciones, cuando escasean de él, habiendo producido cuantiosas sumas en varios años."


La huerta y las balsas se situarían en éste campo labrado que se ve en primer término. Aunque de las tres balsas que cita Madoz yo no he hallado rastro alguno.

En el camino a los pozos podemos desviarnos hacia las Cuevas de Cristal donde podemos acercarnos a la cascada a media altura.

Suele helarse en invierno.

El agua se despeña en el interior de éste "embudo" de roca, llenando una balsa de paredes cerradas. La flecha señala por donde sacaremos la cabecilla cuando volvamos luego a ver las cuevas.

Por iniciativa de la D.G.A. se ha restaurado uno de los tres pozos existentes, una placa solar da energía para la iluminación interior del mismo.
Vemos aquí su entrada en ángulo.
Nos agachamos para entrar y situarnos sobre una rejilla metálica con una pequeña baranda.

Tras esperar unos instantes, un detector de presencia nos encenderá las luces.

Vemos aquí su bóveda enjarjada,(por aproximación de hiladas), de neta tradición árabe.


Aquí vemos las entradas de los otros dos pozos, no visitables.

Se han habilitado unos bancos y unas mesas junto a los pozos, el lugar y todo el recorrido está impoluto por fortuna, por lo que la excursión es una delicia.


La Cuevas de Cristal.

Las Cuevas de Cristal son dos cavidades que rodean en parte la balsa natural donde se despeña el arroyo principal del barranco.
Para acceder a éllas debemos entrar por una grieta entre las rocas que desciende hasta la pequeña laguna.

La grieta se adentra hasta una pequeña cavidad oscura que se sitúa tras la cascada.

Vemos entrar la luz desde la balsa.

Si llevamos una linterna podremos ver como las filtraciones dan un curioso colorido a la pared de la cueva.

Por una cavidad lateral nos situamos en otro punto de la balsa.

En éste video se muestra la primera cavidad de las cuevas.



Y en este otro,(como casualmente llevamos unas botas de neopreno), nos metemos en la balsa hasta donde es posible.



Otro aliciente del recorrido es el poder divisar aves rapaces y buitres que acuden a alimentarse a un muladar cercano.
Por todo lo visto, es ésta una excursión que recomiendo; el paraje suele estar solitario y está en estado salvaje. Vaya, que no hay basura, lo que sería el monte en estado natural.
Unas señales azules nos guiaran sin pérdida por todo el barranco, una canción acuática irrepetible nos acompañará todo el camino.