Muy cerca del castillo de Sant Llorenç de la Roca d'Ares se hallaba el priorato femenino de Santa María, un edificio del que me hablaron hace tiempo como de una "casa templaria" o algo así...nada claro.
Buscando en la web algo hallo mas no su situación exacta, así que me voy a la aventura a buscarlo por la zona.
Desde el castillo veo dos masías abandonadas con sus corrales cuyas piedras no son otras que las extraidas del conjunto sobre el que me hallo.
En la vertiente frente al castillo aunque algo alejada veo otra cuya apariencia es de corral de ganado más que de otra cosa. No tiene camino y debo atravesar varios campos para llegar a élla con muy poco convecimiento y escaso ánimo.
Ante esta imagen mi desazón es completa y empiezo a pensar que he hecho el panoli, que me he metido en camisa de once varas, que igual hasta voy totalmente contradirección y que así no se puede ir..en plan de "a ver qué me encuentro"... de que no voy a hallarlo a menos que alguien me indique.
Sin embargo al entrar al cercado...
Sillares...
Dóvelas...
Y una cruz grabada.
Sobre élla una fecha.
Entro en lo que sería un establo con retales de sillares bien escuadrados entre mampuesto.
El estiercol del suelo me indica que esto es refugio de pastores y se guarda el rebaño ocasionalmente.
El cercado tiene una divisoria que supero para ver el flanco sureste del edificio.
Un potente envigado soporta un techo que cubre un espacio dividido por un piso de madera.
En el muro este se aprecian varias cruces.
Así como algunos sillares biselados.
A estas alturas ya tengo claro que estoy sobre mi objetivo. Penetro en el techado hasta su límite norte donde compruebo el notable cambio del aparejo y material en el muro.
Por donde el piso ha cedido trataré de meter la cabeza, no sin cierto riesgo pues está todo muy precario.
Mirando hacia el oeste veo lo que sería el hastial de un templo románico centrado por una ventana cruciforme en la que se abrió una entrada.
A los lados pueden verse los arranques de su bóveda.
Restos de un fajón en el muro norte nos indica que la nave se dividía en dos tramos.
El ábside ha desaparecido totalmente y la vegetación exterior impide aventurar si queda algún resto a nivel de suelo. Si nos fijamos en esta imágen del interior de la esquina noreste se aprecia un tímido vestigio del inicio del ábside.
También en el muro norte se abre un óculo fuertemente abocinado. Por fuera un espeso zarzal y tierra acumulada impiden por el momento verlo.
Ya satisfecha mi curiosidad, desando los cinco kilómetros de pista que he recorrido desde que se inicia el camino entre un bosque que este año se ha llenado de gran variedad de hongos y de gentes que los recogen.
En el mapa del visor del Sigpac la masía se identifica como la del "Batlle"(alcalde), y queda a mano derecha poco antes de llegar frente al castillo, crece un chopo tras élla.
En parte y no sé por qué, me gusta que estén estos restos tan visibles y a la vez tan ocultos a las miradas lejanas.