Espills se despobló lentamente la última centuria y por desgracia está practicamente derruido. Es un lugar antiguo del que se tienen noticias al menos desde el año mil. Su trazado medieval y su medida situación hacían a su castillo poco menos que inexpugnable.
Para llegar hay que andar por una una pista cerrada por cadena a la que se accede tras algo más de cinco km. al norte de Puente Montañana.
En los dos extremos de la parte baja del pueblo existen varios establos y grandes pajares que revelan un pasado principalmente ganadero.
El camino antiguo estaba totalmente empedrado quedando ahora restos de su trazado.
Por aquí se entra a la calle única.
La calle también estaba empedrada totalmente también.
Existe un primer grupo de casas que cerraban una pequeña ereta donde puede verse un horno de pan.
Desde la misma veo los edificios auxiliares de la falda del cerro cuya prolongación forma el llamado Cerro de la Virgen.
Y el alineamiento de las casas por el flanco sur.
La calle vuelve aquí a estrecharse. En esta casa se tapió la entrada para colocar una aspillera tal y como vi en Escarlá.
Frente a aquélla pueden verse estas dos que miran al flanco norte en lo que parece ser el resto de un edificio defensivo. Nótese que las aspilleras forman parte de la fábrica original y el prolongado derrame inferior para introducir el cuerpo.
La calle es tan estrecha que dificilmente pasaría un carro, caso que llegara a subir.
Las casas tiene todas los techos bajos en sus dos alturas, y no se ve en sus restos lujo alguno.
Esta entrada de ladrillo da acceso a una bodega donde quedan algunas botas.
En el extremo del zócalo rocoso se situa la iglesia de San Pedro, que al parecer fue románica volviéndose a edificar en el S.XVIII. El Madoz habla de una torre de defensa, sea como sea, el edificio choca porque es totalmente macizo salvo por un óculo en el lado este y dos aspilleras en el sur. Su cimentación arranca desde muy abajo en la roca donde se apoya, detalle que me hizo notar el amigo Xavi Tosca (Cabestany) en una de las visitas.
El corto campanario de sección cuadrada está totalmente integrado. Tiene cuatro vanos.
En la placeta que acompaña al templo existe este aljibe.
Desde aquí veo el flanco sur del pueblo mirando al Este.
También desde aquí veo el despoblado de Escarlá, de visita reciente, más adelantado sobre el río y a menor nivel.
La entrada a la iglesia es muy reducida.
La nave es de bóveda de lunetos y dispone de tres capillas en el lado de la epístola, con una pila bautismal en la primera, y dos en el del evangelio, donde existe la sacristía junto al ábside y la escalera del coro a los pies.
La pila bautismal es de piedra y de regular tamaño.
El inerior es muy colorista y se conserva algún dibujo.
Está todo bastante destartalado y su ruina les hace responsables a ustedes en su visita que no puedo aconsejar por el propio estado del edificio. El peligro de derrumbe es inminente en varios lugares del templo.
Desde el coro se podía acceder a la parte superior de los casetones de las capillas.
A la hora de marchar me he decantado por el flanco norte del pueblo donde hay restos de otro acceso.
Puede comprobarse la perfecta situación defensiva del lugar.
Y su iglesia al borde de la roca.
Excursión recomendada sin riesgos pues no hay casa donde meterse salvo en la iglesia que vuelvo a no recomendar. Conviene llevar algo para taparse la cabeza pues el paisaje es árido y apenas hay sombras durante el recorrido.
Las vistas desde aquí hacia el Pirineo, hacia la Ribagorza y hacia Montrebei son impresionantes, no en vano estamos a 1074 metros, y convierten esta excursión en una delicia visual.