lunes, 14 de diciembre de 2009

Castillo de Viacamp

En un lugar de la Ribagorza, allá por el 1067...

-"Abdulláh, sube a lo alto de la torre e infórmate fehacientemente de si hay algún movimiento por parte del infiel, sea tal cierto, o como en tu caso, velado".
-"Pero mi señor, ¿a tan temprana hora?".
-"El infiel no descansa nunca, de lo cual tú eres viva prueba, así que andando...".

"...Siempre me toca a mi...a ver...nada por aquí...".

"...nadie, por alláh...".

"¡...Qué de nieve!, por las barbas del profeta...Isaías...".

-"Reina la calma, oh comendador de los creyentes, digo...mi señor; así me lo confirman los de Torre de Alsamora, vaya...mis primos".
-"Vuelve pues por donde has venido mi fiel esbirro, y responde a quien me demande que no deseo ser molestado".
-"(...Otra vez arriba...estos cristianos...siempre haciéndome la pascua...)".

El Castillo de Via Campano tiene su antecente más seguro en la cercana Ermita de la Virgen de Obac, antiguo santuario visigodo con atributos de capilla Real, junto al que se situaría un pequeño núcleo poblacional. Dicho todo esto sin fundamento alguno hasta el momento, ni documento que lo atestigüe. 

Aquí la vemos desde el aparcamiento.

Ampliamente reformada, la ermita cuenta con un limpio y cuidado entorno; la pequeña caseta circular es un pozo todavía en uso.

Esta es su sencilla portada.

En el ascenso hacia lo alto, podemos ver parte de los muros que fortificaban el recinto.

Su iglesia dedicada a San Esteban en el borde de la roca.

Y la torre en el extremo del castro.

Ésta imponente torre tuvo por modelo a la de Fantova, y según Roberto Viurete, fue consecuencia de la política defensiva de Ramiro I en la frontera meridional del reino, cuyo refuerzo hizo crecer nada menos que 25 castillos entre 1049 y 1070.
Su hijo Sancho Ramírez, continuó la labor iniciada, y en el caso del Torreón de Luzás y del que nos ocupa, la construcción corrió a cargo de su feudo, Arnau Mir de Tost.

La acertada restauración de la torre permite su acceso por medio de ésta escalera metálica, que nos lleva a su entrada en altura.

La torre se dividía en varios espacios: el inferior era el almacén, de muro ciego y macizo.
Una primera planta de acceso, donde se sitúa la entrada y la letrina.
La segunda planta, la residencial, que disponía de tres vanos aspillerados.
Y la tercera, la planta de defensa, con siete aberturas que daban a otros tantos cadalsos.Y una cuarta desaparecida o "falsa", donde se ubicarían más cadalsos y la cubierta.

Puede apreciarse en las secciones de las plantas de la imagen anterior, como el muro se iba estrechando en altura.
Las plantas se apoyaban en el retranqueo del mismo, como las que se han colocado actualmente de rejilla metálica.
En la planta de acceso vemos la entrada a la letrina nada más cruzar la puerta, su forma acodada dotaba de cierta intimidad al usuario.

En la planta residencial vemos tres vanos como el de la imagen.

En la planta de defensa los vanos se han cerrado con barras metálicas, que sirven de soporte a siete paneles informativos. En ellos se nos dan abundantes datos de la torre y del entorno.

Podemos observar aquí los mechinales que daban soporte a la falsa, así como el pequeño ábside a modo de capilla, presente también en Luzás.

Su situación le permite estar enlazada visualmente con varias torres de su linea defensiva: Fals, Alsamora, Benabarre, Luzás, etc.
La torre reconstruída sería aproximadamente así.

Desde arriba vemos la iglesia y el camposanto adosado.
Varios grandes bloques de piedra coronan el cerro, que se alarga un poco tras ellos en una pequeña terraza.

Entre los bloques encontramos el aljibe bastante lleno.

La iglesia de San Esteban, o de San Miguel según advocación antigua, está en lamentable estado. Se da por románica.

Dispone de cuatro capillas, y el pie monolítico de su altar está tallado "in situ" en la roca pura.

No puedo por menos que recomendar la visita a éste tranquilo lugar, que se encuentra limpio y con un acceso muy bien arreglado.
Las vistas desde la torre en días claros son impresionantes de verdad, y los paneles informativos nos ayudarán a reconocer en el horizonte muchos lugares de interes ligados a la historia del castillo. Verdadera atalaya de la Ribagorza.
Como siempre, pido un pulcro respeto para este lugar cargado de historia, cuya reconstrucción ha dignificado como bien merece. Faltaría reconstruir la iglesia, aunque tengo noticias de que su asiento se ha vuelto inestable, si así fuese ya iría derecha a la ruína. Aún así, veo que en éste año en curso se ha desbrozado el interior, a ver si hay suerte y se arregla...

jueves, 3 de diciembre de 2009

Pequeño Paréntesis



Debido a problemas informáticos, éste blog ha entrado en un pequeño paréntesis, que espero no sea muy largo. Una semana a más tardar.

Tenemos preparado el retorno con varias cosillas: "Nadie en Peralba","Barranco de Getsemaní","Castillo de Viacamp","Chapuza en Agramunt", y alguno más.

Así que tomen algo de paciencia, que enseguidita volvemos.